martes, 25 de diciembre de 2007

Una Alarma Sin Fundamentos a partir de Interpretaciones Antojadizas

Una Alarma Sin Fundamentos a partir de Interpretaciones Antojadizas



Estudios sobre cosas que ya se conocían son presentados como novedosos. La intención es seguir elevando el nivel de alarma y miedo en la población para obliga a los políticos a imponer las absurdas recomendaciones del Tratado de Kioto.

La manipulación que se hace de mediciones y observaciones de los satélites y estaciones en tierra se ve en la manera en que se redactan los partes de prensa dando cuanta de algún nuevo estudio sobre el clima. Se ha desarrollado una técnica de redacción que implica una gran cantidad de cosas que no se corresponden con la realidad y llevan al público a falsas conclusiones. Es lo que se conoce como “desinformación”. Un ejemplo de esto es el parte de prensa emitido por la NASA acerca de las mediciones del satélite QuickScan sobre “derretimiento” de la Antártida Occidental durante Enero de 2005.


Antecedentes

Para comprender cabalmente la intención de esta manera tan peculiar de “hacer ciencia” que se ha puesto de moda desde hace algunos años, es necesario saber que la cantidad de científicos atmosféricos que trabajan en el campo de la investigación del clima ha aumentado lo mismo que los hongos después de una lluvia. La investigación del clima es una actividad terriblemente costosa, porque cualquier estudio que implique observaciones satelitales, viajes a la Antártida y a Groen-landia, el uso de grandes equipos electrónicos y mecánicos, perforaciones en el hielo a 2000 metros de profundidad, mantenimiento del personal en el campo, y posterior uso de tiempo de las super-computadoras Cray para el análisis ulterior de las observaciones, no baja de los tres a cinco millones de dólares.

El dinero lo proveen normalmente los gobiernos, especialmente el de los Estados Unidos, que invierten más de 4 mil millones de dólares anuales en la investigación de los fenómenos climáticos. Los funcionarios que otorgan las partidas de dinero para investigación lo hacen cuando hay un motivo lo bastante poderoso para gastar esas astronómicas sumas de dinero, y el motivo más candente parece ser probar que la humanidad se dirige a velocidad de tren expreso hacia una catástrofe climática provocada… por un pequeño aumento de 0,6º C en 150 años de la temperatura que se ha dado en llamar “global”.

Los investigadores del clima han descubierto que, para lograr la extensión de sus subsidios y becas de investigación (y el mantenimiento de sus muy bien remunerados puestos de trabajo) cuando se llenan los formularios de solicitud de fondos, el uso de dos palabras mágicas consiguen el milagro de la adjudicación de los fondos. Esas palabras mágicas son: “Calentamiento Global”, o en su defecto, “Cambio Climático”. Quienes no investiguen el clima para demostrar que el pequeño calentamiento será catastrófico, no consiguen los fondos y deberán dedicarse a limpiar parabrisas de autos en las esquinas con semáforos o cajeros en supermercados.

Una manera muy común de enviar un mensaje alarmista sobre el calentamiento es la de jugar con los colores de los gráficos. Los siguientes dos gráficos dan un ejemplo de ello: el primero es la manera en la NASA presenta una imagen roja y caliente de sus predicciones. El color rojo envía un mensaje emocional tremendo:

Corrigiendo la paleta de colores con un simple programa de gráfica, y desplazando los colores hacia el azul, de manera proporcional, el efecto es totalmente diferente. Pero nadie se alarmará...

El último alerta de catástrofe es el estudio que ha descubierto que hay nieve que se derrite en la Antártida y luego se convierte en hielo. Así lo anuncia el parte de prensa de la NASA que vamos a analizar y comentar parte por parte. Es importante observar la redacción y las conclusiones de los “científicos”. Por supuesto, no hay ningún estudio que no termine diciendo: “Es necesario continuar investigando este fenómeno para comprender las causas y sus posibles consecuencias.” En otras palabras, aunque no las expresan de una manera tan sincera, “necesitamos más dinero para saber un poquito más –porque no hemos descubierto nada nuevo.”

El parte de prensa fue publicado por el sitio web de la NASA, y reproducido por numerosos diarios y sitios de la Internet. En Argentina el diario La Nación el Jueves 17 de Mayo de 2007 lo expone, aunque hemos preferido nuestra traducción del sitio original. Analicemos el parte de prensa:

NASA Descubre Vastas Regiones de la Antártida
Occidental Derretidas en el Pasado Reciente

PARTE DE PRENSA
Fuente: Jet Propulsión Laboratory

Un equipo de la NASA y científicos de universitarios han hallado clara evidencia de que extensas áreas de nieve en la Antártida Occidental se ha derretido en Enero de 2005 en respuesta a las temperaturas cálidas. Este ha sido le primer extenso derretimiento jamás detectado por el satélite QuickScat de la NASA, y el derretimiento más extenso detectado usando satélites en las tres últimas décadas. Combinadas, las regiones afectadas comprenden un área del tamaño de California. Son Nghiem, del Laboratorio Jet Propulsion de Pasadera, California, y Honrad Steffen, director del Instituto Cooperativo para Investigación en Ciencias del Ambiente de la Universidad de Colorado, Boulder, dirigieron al equipo. Usando información del QuickScat midieron la acumulación y derretimiento en la Antártida y Groenlandia desde Julio 1999 hasta Julio 2005.

El QuickScat es un satélite que mide la velocidad del viento cerca de la superficie del mar, y se usa para seguir huracanes, y en estudios sobre los vientos alisios relacionados con El Niño. Ha dado buenos resultados en esas investigaciones. Las mediciones se realizan mediante un instrumento llamado “scatterometer” o “medidor de dispersión” o difusión de ondas. No mide alturas como otros satélites del tipo de “gravimetría” que se usan para medir la altura de la capa de hielo de Groenlan-dia o la Antártida [1], y que han mostrado un crecimiento en la parte central de los hielos en ambos continentes, y una ligera disminución en las costas de Groenlandia.

El sitio web Allmetsat lo define así, y deberán perdonar al traductor que escribió la página porque sabe muy poco de Español:


http://es.allmetsat.com/satelite-quikscat.php

Instrumento: difusiómetro

Un scatterometer es un radar de alta frecuencia de la microonda (de 13.4 gigahertz) diseñado específicamente para medir la velocidad y la dirección del viento próximas a la superficie del océano. Mientras que el viento sopla concluído [sic] el océano, la superficie es puesta áspera por la generación de las ondas capilares de la escala del centímetro. Éstos modifican las características de la señal reflejadas por la superficie del océano.

Las medidas no son paradas por las nubes. Sin embargo, la medida es disturbada por todo el fenómeno que destruya las ondas capilares: la lluvia, los vientos muy débiles o los vientos fuertes (más arriba de 20 m/s). Entre 3 m/s y 20 m/s, la exactitud en la intensidad del viento es 2 m/s y la exactitud en la dirección es 20 grados.

Fecha de lanzamiento: 19 de junio de 1999


Es decir, de acuerdo con la NASA, el instrumento no tiene mucha precisión cuando los vientos soplan por encima de 20 metros/segundo, es decir, un viento de 72 kph es suficiente para hacer dudosas sus mediciones. No hay muchos días de viento en calma en la Antártida, donde son comunes los vientos de más de 250 kph, pero quizás las veces en que el satélite pasó sobre la región el viento no estaba totalmente en calma o por encima de los 72 kmph. Por supuesto, las mediciones que detectaron el derretimiento tuvieron que hacerse en pleno verano porque en invierno la temperatura media en la región está por debajo de los -40º C bajo cero, por más vientos cálidos que vengan desde el oeste. El estudio quizás lo aclare, pero el parte de prensa no lo hace. Veamos:

El derretimiento observado ocurrió en múltiples regiones bien diferenciadas, incluyendo bien tierra adentro, a altas latitudes y grandes elevaciones, donde el derretimiento era considerado improbable. La evidencia de derretimiento se halló hasta a 900 kilómetros tierra adentro desde el océano, más allá de los 85ºS (unos 500 km del Polo Sur) y a más de 2000 metros de altura sobre el nivel del mar. La máxima temperatura al momento del derretimiento era desusadamente alta, alcanzando los 5º C en una de las áreas afectadas. Permanecieron por encima del punto de congelamiento durante una semana.

De Temperaturas y Métodos

Es necesario hacer una breve acotación al respecto: de acuerdo a las normas meteorológicas, las temperaturas se miden a 2 metros de altura sobre la superficie, ya sea de la tierra firme o en boyas del océano, para disminuir el efecto de la radiación calórica del suelo. En tierra firme generalmente el calor mayor cerca del suelo, y depende del material que refleja los rayos del sol o la radiación incidente si no hay sol (como de noche, por ejemplo). Es muy conocido que si en una carretera asfaltada la temperatura del aire es de 30º C, a pocos centímetros de la superficie es mucho mayor, alcanzando a veces a más de 50 o 60º C. Sobre césped el aumento es notoriamente menor.

Pero, si a 2 metros hay 5º C, en la superficie de un campo nevado la temperatura está a cero grado o menos, especialmente en la Antártida. ¿Por qué había 5º C en algunas partes de la región? El artículo dice que había “hasta” 5º C en “algunas partes”. Quienes no están alertas a la redacción, posiblemente crean que había 5º C desde la superficie hasta varios metros de altura.

Pero el hecho es que desde hace varios años, los patrones de vientos de la Antártida y alrededores han variado, y vientos que antes soplaban desde el Este, ahora lo hacen desde el Oeste. Estos cambios obedecen a varios fenómenos meteorológicos normales, entre ellos la conocida corriente de vientos estratosféricos llamada la Oscilación Cuasi Bianual (porque cambia de dirección cada dos años, más o menos), y a la que muchos meteorólogos atribuyen la variación en el tamaño del famoso Agujero de Ozono durante la primavera antártica y efectos sobre lluvias en África, América del Sur y Australia.

El cambio en los patrones de vientos –que también ocurren en el Ártico y son los responsables de la disminución de los hielos del polo norte- son los culpables de que la Península Antártica se haya incrementado su temperatura unos 2ºC en los últimos cinco años. Se atribuye a este cambio de los vientos el colapso en el 2002 de la barrera de hielos conocida como Larsen-B, por un aceleramiento del aporte de hielo desde el oeste hacia la barrera, que finalmente colapsó por un exceso de peso. La barrera de hielo no se “derritió” sino que demasiado peso terminó por quebrar los anclajes con tierra que tenía la gigantesca plataforma de hielo. Era como un balcón de hielo, medio flotante en el mar, pero sostenida por sus extremos anclados en tierra.

Estos vientos más cálidos que soplan desde el oeste, donde no hay una gran banquisa de hielo como sucede en el lado oriental de la Antártida (tal como lo muestran los mapas más abajo, donde se comparan la extensión de los hielos en verano y en invierno) calentaron la Península y ahora lo hicieron en 2005 con las costas de la parte occidental.



La banquisa Antártica

Nada más que un fenómeno natural, donde el calentamiento global nada tiene que ver. El caso es que la nieve de las partes más altas de la costa occidental de la Antártida fue castigada por estos fuertes vientos de “hasta 5º C” haciendo que la nieve se derritiese –momentáneamente. Veamos lo que dicen los científicos del estudio:

“La Antártida ha mostrado poco o ningún calentamiento en el pasado reciente con excepción de la Península Antártica, pero ahora grandes regiones están mostrando las primeras señales del impacto del calen-tamiento interpretado por este análisis del satélite,” dijo Steffen.

“Aumentos en el derretimiento de la nieve, como este de 2005, definiti-vamente podría tener un impacto sobre le derretimiento a gran escala de la capa de hielo de la Antártida si se mantienen a lo largo del tiempo.”


En efecto, la Antártida no sólo no se ha calentado, sino que estuvo enfriándose desde hace unos 35 años, tal como lo muestran los registros de las estaciones en las bases Amundsen, Halley, Suwa, o Scott:

Base Halley, en la Antártida Occidental
Fuente: NASA/GISS

Las afirmaciones de Mr. Steffen corren por su cuenta, pero no hay razones para que se asocie al derretimiento de la nieve al calentamiento global. Ninguna. Son los vientos más cálidos provenientes del océano Pacífico los que incidieron sobre la región. Pero a partir de esa afirmación sin base en la realidad, aventura Mr. Steffer su opinión de que si este fenómeno se mantiene durante un largo tiempo en el futuro, la capa de hielo de la Antártida se derretirá. Pero, ¿se mantiene en el tiempo este calor? Los mismos “científicos” dicen que no.

El “scatterometer” (o instrumento medidor de dispersión) envía pulsos de radar a la superficie de la capa de hielo que rebotan de regreso. Cuando la nieve se derrite y se vuelve a congelar, se transforma en hielo, lo mismo que un helado de crema se cristaliza cuando se deja al aire muco tiempo y luego es vuelto a congelar. El QuickScat puede diferenciar esta huella digi-tal del hielo en la cobertura de nieve y puede mapear a escala continental la extensión del fuerte derretimiento y la subsiguiente formación posterior de hielo. Las mediciones disponibles de las estaciones en tierra validan los resultados del satélite.

El calor no debe haber sido tan grande, ni se ha mantenido tanto tiempo, ya que el agua derretida de la nieve se volvió a congelar! El resultado ha sido que el nivel en la región descendió porque un metro de nieve que se transforma en hielo se convierte en 2 o 3 centímetros de hielo compacto. Y este derretimiento, ¿causará un aumento del nivel de los mares de 7 metros, como profetiza Al Gore en su película ganadora de un Oscar a la “fantasía cientifica”?

El derretimiento del 2005 fue lo bastante intenso como para crear una extensa capa de hielo cuando el agua se volvió a congelar después del derretimiento. Sin embargo, el derretimiento no fue lo bastante prolongado como para que el agua derretida fluyese hasta el mar.

Bueno, bueno. Nos sacan un peso de encima. El agua no llegará al mar. La sangre no llegará al río. Entonces, ¿para que alarman a la gente con predicciones insensatas, sin reflejo alguno en la realidad? Nos lo explican, o tratan de poner las cosas de manera que la alarma y el miedo no se disipen:

“El agua de la nieve derretida puede penetrar en las capas de hielo a través de fisuras y estrechas chimeneas tubulares llamadas “moulins”, dijo Steffen. “Si hay disponible bastante agua derretida, podría llegar hasta el fondo de la capa de hielo. Esta agua podría lubricar la parte inferior de la capa de hielo en el lecho de roca, haciendo que la masa de hielo se mueva más rápido hacia el océanos, aumentando el nivel del mar.”

Evidentemente, la cantidad de agua no ha sido (ni podrá serlo) suficiente para penetrar por los “moulins” y hacer deslizar a la capa de hielo hasta el mar. Porque el agua derretida de la nieve, apenas toca la superficie del hielo vuelve a congelarse. Los ríos de agua que se precipitan en grietas, que hemos podido ver en fotos y videos, incluso en la película de Gore, ocurren en otras regiones más cálidas de la Antártida durante el mes de enero, cuando el Sol calienta y termina por congelarse a medida de que desciende por las grietas de varios miles de metros de profundidad de la capa de hielo antártico.

“Los cambios en la masa de hielo de la Antártida, el reservorio de agua dulce más grande de la tierra, son importantes para comprender el aumento global del nivel del mar. Grandes cantidades de agua dulce fluyendo de la Antártida en el océano podrían afectar la salinidad del océano, las corrientes y el clima global.”


Esta es otra afirmación que no se correlaciona con la realidad. La posibilidad de que la capa de hielo antártico se derrita es una eventualidad que nunca se ha dado en la historia del planeta. La activi-dad solar debería aumentar de una manera tal que achicharraría a la gente y toda otra forma de vida en la Tierra. Simplemente, cuando eso ocurra, y es una posibilidad cierta, llevaría algunos varios millones de años en suceder –a menos de que el Sol explote como una supernova. Entonces no hay nada que la humanidad pueda hacer, aparte de rezar y encomendarse a todos los Santos del Cielo.

Nghiem dijo que no se ha detectado más derretimientos hasta Marzo del 2007, y que es necesario más monitoreo. “La scaterometría es como los rayos-X que ven a través del hielo y encuentran capas de hielo más abajo tan pronto como es posible,” dijo. “Es vital que sigamos monitoreando esta región para determinar si se está desarrollando una tendencia a largo plazo.”

Otra novedad que nos saca más peso de encima. Si la teoría del calentamiento global afirma que el constante aumento del CO2 causará un aumento constante del calor, vemos que en este caso la profecía no se ha cumplido. La región no se siguió calentando y las cosas siguen como entonces, cada vez más frías.

La información del QuickScat está ayudando a los científicos a comprender mejor la manera en que las capas de hielo de la Antártida y Groenlandia ganan o pierden masa. “Necesitamos saber qué está entrando y saliendo de las capas de hielo,” dijo Nghiem. “La información del QuickScat, combi-nada con los datos del IceSat de la NASA y los satélites del Experimento Climático de Recuperación de Gravedad (Gravity Recovery and Climate Experiment), junto a las mediciones de aviones y de tierra contribuyen todas a una estimación más precisa de la manera en que las capas de hielo están cambiando.

Lo que está entrando, y de manera creciente, es nieve que sigue engrosando el espesor del hielo de la Antártida y de Groenlandia. ¿Por qué? Porque el observado calentamiento de 0,6º C provoca una mayor evaporación en los mares, que luego es depositada en la Antártida como copiosas nevadas que aumentan el espesor del hielo y ayudan a disminuir el nivel de los mares. El volumen de agua que sale del mar se acumula en tierra firme y permanecerá congelado por miles de años más.

El calentamiento, bien natural por cierto, es consecuencia de la salida del clima de la tierra de la llamada Pequeña Edad de Hielo, iniciada alrededor del siglo 15, cuando la actividad magnética del Sol se redujo prácticamente a cero, y durante 70 años no se observaron manchas en la superficie del astro rey. Ocurrió durante el período climático conocido como el doble Mínimo Solar Maunder, entre 1640 y 1711, que al igual que los otros dobles mínimos solares (Dalton, Spoerer, Gleissberg, etc) enfriaron al clima de la tierra en varios grados, causando verdaderos desastres en las socieda-des de la época.

Manchas del sol entre 1600 y 2000

Pero, como siempre, la recomendación de los científicos es la misma: “Hay que seguir investi-gando este fenómeno (aunque no tiene ninguna importancia) pero para ello es necesario que nos den más dinero.” La vieja historia se repite, y se repite, y la gente parece no aprender de los errores cometidos.

El asunto es bien claro. Si algún científico dice que no hay un problema, ¿para qué le vamos a dar plata para que siga investigando un problema que no existe?



Referencias

1. WEST ANTARCTIC ICE SHEET AIRBORNE GRAVIMETRY, R.E. Bell V.A. Childers, R.A. Arko, M. Studinger, http://www.ldeo.columbia.edu/res/pi/WAIS/

Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC Fundación Argentina de Ecologia Científica

El mito del cambio climático

El mito del cambio climático



La novela medioambiental de Michael Crichton Estado de miedo tiene muchos pasajes agradables, como el destino deliciosamente apropiado que inventa para un eco-poseur de Hollywood a lo Martin Sheen. Pero, en un determinado momento, el protagonista expone un punto de vista sosegadamente sensato: después de diez años, todo grupo activista de presión debería cerrar el chiringuito.

Para entonces, sin que importe el impacto que hayan tenido sobre cualquier causa que defiendan acaloradamente, habrán invertido sobre todo en la perpetuación de su propia indispensabilidad.

Eso es lo que le sucedió al movimiento ecologista. Denunciando la reunión de la Asociación Asia-Pacífico que comienza hoy [1] en Sidney, los ecotistas parecen fósiles que se están quedando sin combustible. "Está claro que los beneficios a corto plazo de las compañías de combustibles fósiles cuentan más en Canberra que la salud y el bienestar a largo plazo de los australianos corrientes", dice Clive Hamilton, del Australia Institute, despreciando el hecho de que "la salud y el bienestar a largo plazo" de que disfrutan los australianos corrientes no deja de tener cierta conexión con los combustibles fósiles.

"Confiar únicamente en la tecnología para ocuparse de las emisiones de efecto invernadero es como intentar vaciar una bañera con el grifo abierto: simplemente, no puedes", dice el portavoz laborista para cuestiones ambientales, Anthony Albanese. ¿Así que la política laborista es cerrar el grifo?

Incluso si no se desquiciara el "consenso" medioambiental global, valdría la pena celebrar el encuentro de la Asociación Asia-Pacífico. En política medioambiental, los intereses a corto plazo del eco-establishment cuentan más que la salud y el bienestar a largo plazo de los australianos comunes, los neozelandeses o, incluso, los indios y los nigerianos. Cuentan más que la reputación a largo plazo de las instituciones científicas.

De ahí el famoso gráfico del "palo de hockey", que pretendía que el clima de los últimos mil años es como un bungalow continuo y plano de un milenio de largo, con un rascacielos adosado para el siglo XX. Este gráfico era casi ridículamente fraudulento, ya que utilizaba una fórmula que generaría una forma de palo de hockey independientemente de los datos que se incluyeran, incluso si fueran datos totalmente aleatorios generados por ordenador. Pero el poder del eco-lobby es tal que este fraude se convirtió en la piedra angular de los informes de la ONU sobre el calentamiento global. Si está sucediendo, ¿por qué es necesario mentir?

Bien, el problema para los que rinden culto al Protocolo de Kioto es que la proximidad del fin del mundo nunca es lo bastante próxima como te gustaría. Hace treinta años, Lowell Ponte publicó un gran superventas titulado El enfriamiento: ¿ha comenzado ya la nueva Edad de Hielo? ¿Podemos sobrevivir? Respuestas: No, no ha comenzado. Sí, podemos.

Así que, cuando esa nueva Edad de Hielo predicha en los años 70 no sobrevino, la eco-horda pasó al calentamiento global, en los 80, y después, más recientemente, a considerar cada fenómeno meteorológico concebible como prueba del calentamiento global: la falta de calor global es evidencia del calentamiento global; pero las heladas, el hielo, la nieve, los glaciares, todo eso son también muestras del calentamiento global. Si vives en Inglaterra, donde hay 12 ºC y está medio nublado durante todo el verano y hay 11,5 ºC y está nublado durante todo el invierno, ese dramático cambio del clima es también una prueba del calentamiento global.

Cambio climático: he aquí la nueva consigna de estos días. Tenemos que detenerlo, o invertirlo, antes de que destruya el planeta. Y si no lo destruye, en torno a 2011 los kiotócratas citarán la ausencia de cambio climático como prueba del cambio climático. Son, literalmente, una iglesia, y bajo el Libro Sagrado de Kioto sus obispos exigen que las grandes naciones industriales les entreguen el diezmo. O sea, que nunca van a seguir el consejo de Crichton.

Así las cosas, la mejor alternativa es la Asociación Asia-Pacífico, la "coalición de los emisores": Australia, Estados Unidos, India, China, Japón y Corea del Sur. Estas naciones son responsables de alrededor de la mitad de las emisiones de gases invernadero, y antes de 2050 representarán casi el 75% del PIB global. En otras palabras, estos son los jugadores que cuentan. Y, al contrario que los kiotófilos, su estrategia no es una forma de autoflagelación cultural. América y Australia pondrán la tecnología occidental a disposición de los países en desarrollo para acelerar su desarrollo, para que no tengan que pasarse siglo y medio con chimeneas eructando furiosamente sobre ciudades mugrientas, como tuvieron que hacer las primeras naciones industrializadas.

Mi único problema con esto es que, en un Gobierno como el australiano, notable por su obvio, saludable desdén hacia la devoción por lo transnacional, el ministro de Medio Ambiente parece haberse pasado demasiado tiempo esnifando el viejo CO2 en las fiestas del eco-lobby. Como informaba Matt Price en estas mismas páginas el año pasado:

"Emergiendo de una hilera de arbustos del bosque de Tarkine, al noroeste de Tasmania, el ministro de Medioambiente, Ian Campbell, declaraba a The Australian que el debate sobre las causas y el impacto del calentamiento global, en la práctica, había terminado: 'Creo que el Gobierno australiano debe contar al público las cosas como son'".


Vaya por dios, con "contar las cosas como son" se refiere a contarlas como se lleva haciendo desde hace 30 años: "Australia y otras naciones industrializadas necesitan emprender acciones urgentes para evitar el desastre ecológico".

¿De veras? Ya sabe, no me gusta quejarme, pero tal vez ese bosque de Tarkine sea parte del problema. He aquí un titular del National Post de Canadá, el pasado viernes: "Los bosques pueden contribuir al calentamiento global: estudio". El estudio era de la Universidad de Stanford. Desarrollaron un modelo que cubrió de bosque la mayor parte del Hemisferio Norte y descubrieron que la temperatura global se incrementaba tres grados, varias veces más de lo que lo se supone lo hacen las emisiones de CO2.

En lo relacionado con el calor, un bosque es como una mujer con un burka negro en mitad del desierto iraquí. En mi estado de New Hampshire tenemos muchos más bosques de los que teníamos hace un siglo o dos. ¿Podría estar causando la repoblación forestal más calentamiento global que mi Chevrolet finiquitador de recursos de 700m-por-litro? Está claro que necesito varios millones de dólares para investigar más.

Dije arriba que cualquier día de estos los kiotófilos esgrimirán la ausencia de cambio climático como prueba del cambio climático. Pero, esencialmente, eso es lo que llevan haciendo desde hace años. Por ejemplo, la Universidad Rutgers difundía, justo antes de Navidad, una nota de prensa titulada 'El calentamiento global duplica el ritmo de crecimiento del nivel del mar'. ¡Guau, vende ya esa propiedad en primera línea de playa! Si las cosas continúan así, los excitables "jóvenes" de Sydney [2] tendrán que perpetrar sus desmanes en traje de buzo.

Pero espera, ¿a qué se refieren exactamente con "duplica" y "ritmo"? Kenneth Miller afirma haber demostrado que, desde hace 5.000 años hasta hace unos 200, el crecimiento del nivel del mar era de cerca de 1mm al año. Pero desde 1850 lleva creciendo 2mm al año. Es decir, se duplicó en algún momento en el siglo XIX y se ha quedado ahí desde entonces, impertérrito, al parecer, ante la industrialización de Europa, China, la India y gran parte del resto de Asia, así como ante la invención del automóvil, el desodorante de aerosol y el jet privado que utilizó Barbra Streisand cuando voló a Washington para discutir sobre el calentamiento global con el presidente Clinton. Pero a nadie se le ocurrió encabezar la noticia con "El ritmo de subida del nivel del mar, sin cambios durante siglo y medio".

Si se mantiene el ritmo actual, las Maldivas quedarán sumergidas hacia el año 2500. Por supuesto, para entonces, si continúa el actual nivel de declive demográfico, la mayor parte de Rusia y Europa estará vacía, y podríamos reasentar a los 350.000 maldivenses en la Riviera.

O podríamos lisiar ya la economía global.

Un día, el mundo se maravillará ante la histeria medioambiental de nuestro tiempo y ante la corrupción, profundamente perjudicial, de la ciencia, provocadora de un culto alarmista. Lo mejor que podría hacer la reunión de esta semana es inculcar cierta modestia, por lo menos en el senador Ian Campbell, ante un asunto que es casi completamente especulativo. No sabemos cómo o por qué cambia el clima. Lo que sí sabemos es que lo ha hecho drásticamente a lo largo de la historia del planeta (cambios como la supuesta "pequeña Edad de Hielo", que dio inicio en el 600, cuando yo todavía conducía un Ford Oxcart) y que, en comparación, la era industrial ha sido una época de estabilidad relativa. Pero, por supuesto, como con ese "palo de hockey", depende de cómo dibujes la curva.

Una pregunta: ¿por qué los defensores del calentamiento global comienzan sus aterradoras estadísticas con "desde 1970"? Pues porque "desde 1970" ha habido un calentamiento global de la superficie de medio grado o así. Pero de 1940 a 1970 las temperaturas cayeron. Bien, ¿a qué se debería eso? ¿Quién sabe? Tal vez fue Hitler. Quizá las guerras mundiales sean buenas para el planeta.

O quizá debamos todos aspirar una profunda bocanada de CO2 y calmarnos.
[1] Este artículo fue publicado originalmente en The Australian el pasado día 11.
[2] Alusión a unos disturbios en Australia protagonizados recientemente por musulmanes, a los que la prensa denominó en un principio "grupos de jóvenes excitados"

Por: Mark Steyn
Fuente: Revista libertad digital
España - 2006

miércoles, 7 de noviembre de 2007

El Funeral de Kyoto

El Funeral de Kyoto



Un pilar fundamental del acuerdo de Kyoto está basado en cálculos errados, datos incorrectos, y una selección exagerada y arbitraria de registros climáticos, según lo revela un nuevo estudio científico.

Este año ha sido una pesadilla para los partidarios del Tratado de Kyoto. Después de que Canadá ratificó el tratado a fines del 2002 - a pesar de la fuerte oposición de muchos científicos y políticos Canadienses - los ecologistas tenían todas las razones para creer que pocos expertos en el clima se atreverían a oponerse públicamente a la ciencia de Kyoto, y que Rusia ratificaría el protocolo rápidamente y se convertiría de inmediato en ley internacional.

En vez de ello, como se demostró en la Conferencia Mundial del Cambio Climático que se realizó en Moscú, sucedió exactamente lo contrario. El creciente número de científicos que niegan las bases científicas, han hecho públicas - cada vez más frecuentemente - sus protestas ante los medios de prensa, a medida de que nuevos y revolucionarios estudios siguen apareciendo en las revistas científicas especializadas, sacudiendo los cimientos del tambaleante edificio de Kyoto.

De todos los nuevos estudios publicados que podrían tener un impacto duradero sobre la ciencia climática fue publicado el 28 de octubre pasado, en el prestigioso medio científico Británico, Energy and Environment, que explica la manera en uno de los pilares fundamentales del Acuerdo de Kyoto está basado en cálculos errados, datos incorrectos y una elección sesgada y arbitraria de registros del clima.

Los autores del estudio científico, Steve McIntyre, analista de estadísticas de Toronto, y el profesor de la Universidad de Guelph, Ontario, Ross McKitrick, obtuvieron el conjunto original de datos e información que usó Michael Mann, de la Universidad de Virginia, para apoyar la noción de que el aumento de las temperaturas del Siglo 20 no tenía precedente en el milenio pasado. Una auditoría detallada de a información usada por Mann reveló numerosos errores en los datos. Después de corregir los errores y haber actualizado la fuente de los registros, McKitrick y McIntyre usaron la misma metodología empleada por Mann para demostrar que la conclusión original estaba totalmente equivocada.

La versión original de Mann dio por resultado el famoso gráfico del "Palo de Hockey" que pretendía mostrar 900 años de una relativa estabilidad de la temperatura en el mundo (el mango del palo), seguido de una abrupta subida (la cara del palo) durante el Siglo 20 (ver el gráfico de la Figura 1). La versión corregida de los últimos 1000 años en realidad contradice la visión promovida por el IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático de las Naciones Unidas), y elimina los cimientos para la creencia de que el Siglo 20 fue único entre los del milenio, y el más caliente de todos.

Figura 1: El gráfico de Mann según fue publicado por el Informe del IPCC

Para comprender el significado del anuncio de McIntyre/McKitrick, es importante considerar la manera en que durante la pasada ha cambiado nuestra comprensión de la historia climática a largo plazo de la Tierra. En sus "Informes de Evaluación" de 1990 y 1995, el IPCC identificó claramente a dos grandes eventos climáticos del pasado milenio, confirmado por miles de estudios científicos de geólogos especialistas en el Período Cuaternario publicados en los últimos 100 años - un "Período Cálido Medieval" (PCM) desde aproximadamente el año 800 hasta el 1300 de nuestra era Cristiana, que era casi 2ºC más caliente que hoy, y una período mucho más frío conocido como "La Pequeña Edad de Hielo" (PEH) desde el 1300 hasta 1900.

Los efectos de estos eventos se sintieron en todas partes del mundo, con evidencia convincente, tanto en los períodos PCM como el PEH, en Europa, América del Norte, África, el Caribe, Perú, el trópico de Bolivia, y aún en China, Japón y Australia. Como parte de nuestra salida de la PEH, los científicos estuvieron de acuerdo en que hubo un calentamiento gradual a lo largo del Siglo 20, aunque las razones para este calentamiento dio origen a la disputa airada si los responsables eran los gases de invernadero o los cambios en la actividad solar y sus ciclos.

En los años recientes, el caso de las variaciones solares, como el principal modelador del clima y sus cambios, se hizo mucho más fuerte - para consternación de los propulsores de Kyoto. Después de todo, si mucho antes de que las emisiones de gases de invernadero producidas por el hombre se volvieran significantes, las temperaturas eran considerablemente más altas que hoy, hay muy poco motivo para pensar que las temperaturas de hoy sean algo antinatural. Si las temperaturas a finales del Precámbrico eran apenas 1,5º C a 2º C más altas que ahora, y la atmósfera tenía una concentración de entre 6.000 y 2.000 partes por millón (ppm), de dióxido de carbono, resulta bastante lógico pensar que el CO2 no es un gas de invernadero de tanta importancia como pretende el IPCC, y que una duplicación de sus concentraciones (de 370 a 650 ppm) podría llevar a un "efecto invernadero desbocado", y provocar catástrofes en la Tierra. No hubo tal efecto en el Precámbrico, no lo habrá en 100.000 años más. Pero la duda más acuciante para los científicos de hoy es el problema de dónde poner los caballos y el carruaje:

¿Qué se produjo primero?

¿El aumento de lo CO2 provocó el aumento de la temperatura? O, como creen muchos científicos (y lo han demostrado), el aumento de la temperatura - por causas no muy bien establecidas, pero que se atribuyen al Sol - provocó el aumento del CO2? En muchos estudios científicos, el aumento del CO2 viene "retrasado" entre 200 y 400 años después del aumento de la temperatura!

La casi exclusiva influencia de la actividad solar sobre el clima de la Tierra es especialmente cierta, dado que los registros a largo plazo de los ciclos solares indican que tanto la Pequeña Edad de Hielo como el Período Cálido Medieval estuvieron estrechamente correlacionados con la actividad solar, y la emisión de energía del Sol se ha estado incrementando durante el ligero calentamiento de 0,6º C de los últimos 100 años. Los promotores de la hipótesis del calentamiento inducido por los gases de invernadero antropogénicos necesitaban desesperadamente un "revólver humeante" para impulsar la necesidad imperiosa de implementar el Protocolo de Kyoto.

Este 'revólver humeante' le fue provisto de manera muy conveniente por Mann, Bradley y Hughes en su estudio de 1998 (en adelante referido como "MBH98") en donde ellos redujeron al PCM y a la PEH a eventos que no existieron fuera de Europa, y desarrollaron su famoso "Palo de Hockey". El estudio de Mann concluía diciendo, "Nuestros resultados sugieren que la última parte del Siglo 20 es anómala en el contexto de por lo menos el milenio pasado, Los años 90 fueron la década más caliente, y 1998 el año más caliente, con un moderado nivel de confidencia."

Por supuesto los fanáticos de Kyoto estuvieron deleitados. A pesar de ir en contra de la mayor parte de la literatura científica, y el hecho de que el estudio MBH98 era sólo uno de las miles de posibles construcciones de las temperaturas del milenio, los abogados de la hipótesis del calentamiento por gases de invernadero antropogénicos comenzaron a promover los resultados de Mann como la definitiva historia de las temperaturas globales. En el plazo de un año, el Palo de Hockey se convirtió en la nueva ortodoxia, apareciendo en toda la documentación oficial del mundo. Ver el gráfico corregido de la historia climática del último milenio en la figura siguiente:

Figura 2: Las temperaturas según el "El Palo de Hockey" (en rojo) y las reales temperaturas del último milenio (en azul),de acuerdo a la revisión y actualización hecha por McIntyre y McKitrick.

Sin embargo, el procesos científico de revisión que tienen que seguir todos los estudios científicos antes de su publicación fracasaron en el caso del estudio MBH98. Los datos de las temperaturas anteriores a 1900 no fueron medidos directamente, como se hizo a partir de ese año, cuando se comenzaron a usar las lecturas de los termómetros de las estaciones meteorológicas en tierra. En vez de ello, las temperaturas pre-1900 fueron calculadas en base a las mediciones de "proxys", es decir, de estudios sobre fenómenos naturales como el crecimiento de los anillos de árboles, o de los corales, o de sedimentos de lagos y lechos oceánicos, que indicaban la temperatura en ciertos períodos de la historia.

En consecuencia, mezclar los dos diferentes tipos de datos juntos sin un significante solapado, para llegar a conclusiones dramáticas, no ofrecía garantía alguna y debía de haber sido seriamente objetado por los revisores del estudio. Chris de Freitas, de la Escuela de Geografía y Ciencias Ambientales de la Universidad de Auckland, Nueva Zelanda, lo resume bien; "El 'Palo de Hockey' de Mann no es nada más que una construcción matemática vigorosamente promovida por el Informe 2001 del IPCC, para afirmar la noción de que el cambio de las temperaturas del Siglo 20 no tenían precedente."

Los científicos Dr. Willie Soon y Dra. Sallie Baliunas, del Harvard Institute de Astrofísica, se adhirieron en marzo de este año a la crítica del 'Palo de Hockey' de Mann, cuando dijeron que ellos habían demostrado que, después de un análisis cuidadoso de 240 estudios 'proxys', que tanto el PCM como la PEH habían sido verdaderamente un fenómeno climático de extensión mundial, no limitados a Europa y a América del Norte. Los resultados de Soon y Baliunas acoplados con el estudio de McIntyre/McKitrick publicado esta semana, podría terminar con el debate para siempre, sepultando definitivamente al Protocolo de Kyoto y la absurda hipótesis del calentamiento global antropogénico.

Examinando cuidadosamente la información y datos del MBH98, y sus métodos computacionales, McIntyre y McKitrick descubrieron errores tan serios que los índices de temperaturas computados a partir de ellos son, citando a McIntyre, "no confiables, y no pueden usarse para comparaciones entre el actual clima y el de los siglos previos." Las afirmaciones de Mann de que "las temperaturas en la última mitad del Siglo 20 no tuvieron precedente," y las confiadas aseveraciones del IPCC y Ambiente del Canadá de que los años 90 "fueron probablemente la década más caliente", y que "el año 1998 fue el más caliente del milenio," carecen de todo fundamento científico.

Entre los abundantes errores en el estudio de Mann, algunos son garrafales, otros simplemente descuidos debido, en apariencia, a errores de trascripción (por ejemplo, atribución de mediciones a los años equivocados, 'llenado' de tablas con cifras idénticas para diferentes 'proxys' en diferentes años, etc.) En muchos casos, se usó fuentes de información obsoletas que han sido revisadas desde entonces por los investigadores originales. Como ejemplo de sus numerosos 'errores de truncado' las temperaturas de la Inglaterra Central dadas por Mann se detienen sin explicación en 1730, aun cuando los datos están disponibles hasta 1659, escondiendo así un gran período frío del Siglo 17. De modo similar, los datos de la Europa Central están truncos en 1550, en vez de 25 años antes, para los que existe información disponible, cuyo efecto es el de retirar de las series a los datos de mayor calor.

Por supuesto, nadie con un entendimiento de la historia del clima realmente cree que hubo un dramático pico de temperatura a mitad de la Pequeña Edad de hielo. Sin embargo, los datos y la metodología usada por Mann realmente apoyan a esa noción, contradiciendo totalmente su argumento de que existió simplemente un gradual enfriamiento entre el año 1000 y el 1900.

Corrigiendo y actualizando la base de datos 'proxy' usada por Mann y sus coautores, y luego repitiendo la metodología de Mann, McIntyre y McKitrick mostraron que el estudio MBH98 de hecho revela que la tendencia de las temperaturas de fines del siglo 20 en el hemisferio Norte no es excepcional cuando se la compara con los siglos anteriores. Al hacerlo, ellos demostraron que el llamado "riguroso proceso de revisión" del Informe 2001 del IPCC fracasó de manera miserable, dándole a un trabajo altamente fallido una prominencia central en su Informe 2001 del IPCC.

Como consecuencia, los gobiernos de todo el mundo están ahora tomando algunas de las decisiones más costosas jamás encaradas, basados en la aceptación lisa y llana de un Informe del IPCC que sabemos ahora que está básicamente equivocado.

Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Fundación Argentina de Ecología Científica

Al Gore y el Premio Nobel de la Paz: tal para cual

Al Gore y el Premio Nobel de la Paz: tal para cual



Editorial de Libertad Digital
13 de Octubre de 2007

No cabe duda de que Al Gore y el IPCC se merecían el Premio Nobel de la Paz, pues hace ya mucho tiempo que el galardón se ha especializado en los gestos vacíos, grandilocuentes e hipócritas, sin ninguna relación demostrable con la paz.

Al Gore y el IPCC sin duda se merecían el Premio Nobel de la Paz. No porque hayan hecho nada a favor de la paz, naturalmente. La misma nota de prensa del comité noruego encargado de concederlo se ve en inmensas dificultades para ofrecer una justificación. El premio les ha sido otorgado por "sus esfuerzos en crear y diseminar un mayor conocimiento sobre el cambio climático debido a la mano del hombre, y por colocar las bases de las medidas necesarias para contrarrestarlo". De ahí a la paz, un largo trecho, el que toman los noruegos afirmando que la climatología podría llevar a migraciones a gran escala y mayor competencia por los recursos, lo que incrementaría el riesgo de conflictos violentos. Demasiados condicionales indemostrables.

Pero, a pesar de ello, no cabe duda de que lo merecían, pues hace ya mucho tiempo que el galardón se ha especializado en los gestos vacíos, grandilocuentes e hipócritas, sin ninguna relación demostrable con la paz. Un sesgo que sufre desde sus inicios, como demuestra que se le otorgara a Neville Cham-berlain pero no a Winston Churchill. o que nunca lo haya recibido el Rey Juan Carlos I, capaz de liderar una transición pacífica de la dictadura a la democracia. Desgraciadamente, pero que se ha exacerbado con los años. Los candidatos ideales para el comité no son aquellos que realmente han hecho algo por la paz, sino personas afines, con unas ideas que puedan adoptar como propias.

Según ese criterio autocomplaciente, Al Gore y el IPCC eran candidatos perfectos. Sus posibles méritos carecen de relación alguna con la paz, pero la concesión permite a los miembros del comité quedar como personas altamente preocupadas por el medio ambiente y en línea con las obsesiones de la progresía internacional, que parece ser lo único que les interesa de un tiempo a esta parte.

Así, Al Gore y el IPCC se encontrarán en la perfecta compañía de Rigoberta Menchú, a la que se le otorgó el galardón por convertir su vida en un símbolo de la lucha por los indígenas, una biografía que se demostró falsa de principio a fin, como buena parte de las aseveraciones de Al Gore, que contradi-cen las del IPCC, o las del propio organismo de la ONU, cuyas conclusiones son cocinadas por políticos y no por científicos, y de la cual se han "borrado" muchas eminencias por su creciente politización.

Tampoco importa la profunda hipocresía de Al Gore, que le permite tener entre sus propiedades minas altamente contaminantes o que su hogar gaste más electricidad –esa que nos conmina a ahorrar si no queremos enfrentarnos al apocalipsis– que los de 20 familias norteamericanas medias, ni los extraordinarios rendimientos pecuniarios de su cruzada, ejemplificados con el casi medio millón de euros que se embolsó por un par de conferencias en las Canarias. Por más que se esforzara, no podría competir en ese terreno con galardonados como Kofi Annan, responsable del corrupto programa Petróleo por Alimentos y padre de Kojo.

No obstante, pese a resultar una concesión perfectamente congruente con la filosofía con que se otorgan habitualmente estos galardones, hay que indicar que con este premio el comité noruego introduce al Nobel de la Paz en aguas inexploradas. A partir de ahora, podrá concederse a personas e instituciones que han contribuido a la paz por evitar conflictos que jamás han tenido lugar y que puede que nunca sucedan y cuyos esfuerzos, de hecho, pueden no tener nada que ver con las causas que originen esas hipotéticas guerras. Hay que quitarse el sombrero ante semejante derroche de imaginación.

Enviado por: Eduardo Ferreyra
Mitos y Fraudes

"Ciencia simulada", o: La Estafa de Kioto y el Calentamiento

"Ciencia simulada", o: La Estafa de Kioto y el Calentamiento



Acaba de salir un estudio de científicos chinos que vaticinan un brusco enfriamiento para los próximos 20 años (Zhen-Shan, L. y Xian, S, 2007), pero esta noticia no saldrá en los grandes medios: sólo el terror global instilado por el último informe de la ONU-IPCC (Panel Intergubernamental para el Cambio Climático)- por el calentamiento supuestamente debido C02 inundará nuestros castigados oídos.

Nadie puede demostrar que el cambio climático se deba a efecto antropogénico. La ONU sólo se basa en suposiciones y simulaciones por ordenador, pero eso no es ciencia, es una simulación científica, es política teñida de dinero y creencias especulativas.


CONTAMINAMOS MÁS AL RESPIRAR

La desinformación del cambio climático y la manipulación de la propaganda que nos da la ONU son ubicuas. El C02 humano anual es de 6000 millones de toneladas, que queda en 1.500 porque la mitad se absorbe por la vegetación y océanos y la otra mitad es de agricultura y ganadería. Al respirar emitimos al año unos 2.500 millones de toneladas y hay 750.000 millones totales en la atmósfera (Essex & MacKitrick, 2003), por lo que es imposible que el C02 humano pueda producir un cambio climático.

El C02 o el vapor de agua (el mayor factor invernadero) actúan como el plástico o cristal de un inver-nadero, retienen el calor que sale de la tierra por la irradiación solar infrarroja.El efecto invernadero es bueno y natural, da prosperidad como dijo Arrenhius, su descubridor y corroboró Budyko, otra autoridad.

El aumento de temperatura en un siglo ha sido de 0, 6º, y sólo la mitad se debe al C02 según los exper-tos de la ONU (informe IPCC, 2001). Las máximas diurnas únicamente han aumentado 0,2 grados en un siglo (Esterling et al, 1997). El C02 actual es 380 ppm (parte por millón), cantidad que ya teníamos en el Carbonífero sin Bush y no pasó nada. En el Cámbrico teníamos 7.000 ppm y en la época de los dinosau-rios 3.000 y 6.000 ppm (Scotese, 2001; Berner 2001) y nadie contaminaba entonces ni la temperatura media pasaba apenas de 22º C. En nuestro aliento tenemos 50.000 ppm y nadie se muere. Además, el C02 preindustrial está mal medido, como denuncian Wagner y Van Hoff, por lo que el aumento actual es todavía menor al estipulado: sólo 40-50 ppm.

Dicen que con 540 ppm vendrá una catástrofe, pero esa proporción ya la tenemos en grandes ciudades industriales y seguimos vivos. Hace 70.000 años hubo un aumento de 16º C en Groelandia (Evento Dansagaar-Oeschger 19) y no pasó nada y nadie contaminaba. ¿Cómo vamos a haber provocado un desastre nosotros por sólo medio grado (0,3º C real por C02) y 18 cms de subida de nivel del mar?. Esto es Ciencia Ficción. Sólo esto rebate Kioto.

El Dr. William Ruddiman, de la Universidad de Virginia, ha dicho que el C02 es bueno porque retrasa la glaciación y afirma que el actual calentamiento empezó hace miles de años. El C02 no aumenta la tem-peratura, como lo prueba que en los 40-70 el C02 subía y la temperatura bajaba 0,3º debido a los ciclos solares (Murray Mitchell jr, 1976).

Hace mil años cultivábamos la vid en el sur de Inglaterra en el llamado Óptimo Climático Medieval: hubo un calentamiento antes de la mini era glacial del Mínimo de Maunder del 1650, algo que es lo que va a pasar ahora con el mínimo de Gleissberg del 2020 por lo que la histeria del IPCC no tiene ninguna base científica. Esto demuestra que el actual calentamiento no es el mayor de los últimos siglos: es una oscilación lógica, cíclica y natural, que anticipa una fase de enfriamiento, todo lo contrario a lo que nos venden.

El nivel del mar sólo ha subido 18 cms en un siglo según la ONU (6 cm reales según Wadhams & Munk, 2003) y el cataclismo que dicen los modelos que ocurrirá en 100 años será –si ocurre- por 55 u 88 ridículos centímetros, según el IPCC. La ONU pide sospechosamente 200.000 millones de dólares anuales para prevenir este Apocalipsis.

El NERC, Instituto Inglés que se está forrando con el calentamiento, pide 9 trillones de dóalres. Del NERC proviene el Informe Stern que pregonó Blair, que anuncia un gran desastre. Pero Nicholas Stern es fuente interesada, un miembro de la ONU, vicepresidente del Banco Mundial, además de que el NERC ha recibido 20 millones de libras para salvarnos del calentamiento.

Kioto es un mercado que mueve 200.000 millones de dólares hasta 2012 y que a España le va a costar 19.000 millones de Euros, según auditoría de Price Waterhouse Coopers. Somos los que menos contami-namos y los que más pagamos, debido a las pésimas negociaciones que hicieron Narbona y Tocino. Detrás de la indemostrable hipótesis de Kioto, que no multa por ejemplo el CO2 de los automóviles, hay principalmente dinero, negocio y política, porque la ciencia ahora está politizada y los científicos viven de las subvenciones del gobierno e instituciones.


EL BULO DEL CONSENSO: 18.000 ESCÉPTICOS

La mayor parte de los científicos del mundo rechaza la hipótesis de que el C02 haya calentado la atmós-fera, 18.000 la rechazan en la llamada Oregon Petition de 1997 (puede verse aquí www.oism.org), presi-dida por Frederick Seitz, ex miembro de la ONU-IPCC allí y ex presidente de la Academia Nacional de Ciencias de EE UU, que abandonó al IPCC, como el experto en huracanes Dr. Landsea, por la corrupción con que se topó por allí.

Asimismo rechazó a Kioto enérgicamente la llamada Declaración de Leipzig de 1995 firmada hasta por el famoso científico Sir Fred Hoyle, creador de dos de las más célebres teorías sobre el origen del uni-verso y la vida (panespermia); quien anunció junto con su colega Chandra Wikramasinghe, astrofísico autoridad mundial, que nos estamos acercando a una glaciación inminente (Campos, Calor Glacial, 2005).

El Dr. Víctor Bokov, del AARI (Instituto de Investigación Ártica y Antártica), el principal del mundo y el único que predijo el tsunami del Indico, anuncia, basándose en el Índice Meteorológico Vanghenheim-Girs que nos acercamos a una edad de hielo que se iniciaría en el 2010 alcanzando el pico en el 2090. (Campos, 2005).

En el 2006 el Dr. Kabhibullo Abdusamatov, jefe de la Estación Espacial rusa ("la NASA rusa") quien rechaza las tesis de Kioto, dice exactamente lo mismo: "En 9 ó 6 años iniciaremos una mini era glacial". Muchos científicos solares como Solanky o Soon y Baliunas, de la Universidad de Harvard, hacen idénticos pronósticos.

Theodor Landscheidt, el único que acertó con la llegada de El Niño, también avisó en los 90 sobre una mini-glaciación, ya que nos acercamos al mínimo de Gleissberg del 2030. De ahí vienen las olas de frío que arrasan en todo el mundo desde hace tres años. De acuerdo al ciclo solar de Suess de 180 años, también toca enfriamiento, ya que el periodo del mínimo de Dalton del XIX ya se ha agotado. Pero el IPCC siempre ningunea los ciclos solares.

Los científicos que predicen un enfriamiento y al mismo tiempo critican Kioto son una legión, encabeza-dos por Fred Singer, John MacKitrik, Steven MacIntyre, Frederick Seitz y Richard Lindzen, el meteorólo-go más reputado de EE UU. El Dr. Zbigniew Jaworoski, ex presidente del UNSCEAR, Comité Científico de las Naciones para los Efectos de las Radiaciones Atómicas, dice que "la civilización occidental será barrida por el hielo" (Campos, 2005).

Cientos de expertos de todo el mundo consideran el escenario de peligro de glaciación como Robert Essenhigh, de la Universidad Estatal de Oregon, que dice que llegará en 5 ó 50 años, Robert Gagosian y William Curry del principal instituto oceanográfico del mundo (Woods Hole Oceanographic Institution), el Informe del Pentágono del 2004, expertos en la Corriente del Golfo como Bryden, Wadhams o Marotzke, oficialistas españoles como Millán Millán o Bailarón (" El día de mañana podría ocurrir", ha dicho), Peter Clark, Howard Conway, Gerald Dickens, Gerard Bond, Jonh Gribbin, Laurence Hecht, Jack Sauers etc...

Dicen que el incompetente Bush o la petrolera Exxon-Mobil pagan a estos científicos. pero ¿dónde está la campaña de estos autores a quienes los medios silencian por completo? Dicen calentólogos y miem-bros del IPCC, como Piltz y Pielke, que Bush censura estudios, pero es justo al revés: es el IPCC quien depura sin piedad toda disidencia. El Dr. Roy Spencer y otros muchos critican que Science y el IPCC censuran sus estudios anticalentamiento. (Bethell, 2006)


FUNDAMENTALISMO MATEMÁTICO

Los expertos de la ONU -IPCC son sólo 2.500 y todos modeladores, es decir que sólo se basan en simu-laciones computarizadas hechas por ordenador a 100 años para asustarnos o gráficas falsificadas como el famoso Palo de Hockey de Mann y Bradley (miembros del IPCC), donde quitaron el calentamiento me-dieval para que el actual parezca mayor. Nature tuvo que pedir perdón en 2004 por esta trapacería. La mayoría de los autores del IPCC son burócratas científicos -como Pachauri y Qin, los capos de la orga-nización- y todos los científicos especialistas en ciclos solares o paleoclimatólogos son censurados, como todos los citados en este artículo.

El creador del IPCC fue Bert R. Bolin, un fanático de las simulaciones por ordenador que hizo carrera especulando sobre la acción humana en el cambio climático, basándose en estudios de Roger Revelle, el Guru de Al Gore, un paranoico obsesionado por peligro del C02, que es incluso muy beneficioso, porque ayuda al crecimiento de las plantas (Maier-Reimar, Hesselman, Climate Dynamics, 1987)

Por eso el Dr. Michael Crichton avisa sobre este fundamentalismo carbónico y matemático en Estado de miedo (2005) que habría que poner un sello en los modelos computarizados del calentamiento como en los paquetes de tabaco del tipo:

- "SIMULACIÓN POR ORDENADOR, PODRÍA SER ERRÓNEA Y NO CUMPLIRSE"

Los especialistas en ciclos solares que son los que dicen que llega una glaciación o enfriamiento no tie-nen cabida en la ONU: Soon, Baliunas, Landscheidt, Jawarowski, Lindzen, Michaels etc.. o la mayoría de los rusos Abdusamatov, Kondratyev, Bokov, Masnich, Bashkirtesev ... La Academia de Ciencias Rusa ha rechazado la tesis de la ONU, porque con temperaturas como -40º el año pasado etc.. no se sostienen.

Eso de que hay consenso es un bulo: lo que hay es la misma corrupción que los informes politizados que hizo la ONU sobre las armas de Irak (Bethell, 2006). Resultó que era todo mentira. Ahora es igual. La prensa bebe de los informes falsos y manipulados de la ONU y da la sensación que hay consenso. Es que si el calentamiento de sólo medio grado en un siglo se dice que es natural, se acabaron los fondos y el negocio de Kioto donde se compra y vende el C02 en un mercado grotesco de 200.000 millones de dólares hasta 2012. Los informes del sida de ONUSIDA están también exagerados y manipulados. La corrupción de la ONU ha sido denunciada por Eric Frattini en un libro homónimo.


LAS MENTIRAS DE POLOS Y GLACIARES

Por eso lo que se dice que hay una legión de científicos de acuerdo es absolutamente falso. Hay una guerra entre multinacionales de energías renovables (que son las petroleras: no son "hippies": British Petroleum, Shell,Sharp, Siemens, Acciona, Enron etc...) y gas contra las del barato carbón por hacerse con el pastel del mercado. Ese es el origen de la fobia contra el C02 del carbón y las eléctricas. Las conferencias de Al Gore, por ejemplo, las paga ACCIONA para promocionar las renovables eólica-solar. (ver http://www.todosolar.com).Greenpeace es accionista de Shell.

Frente a lo que nos machacan a diario, la Antártida y Groelandia se enfrían en general (Doran, 2002, Johanessen, 2005) aunque haya partes que se deshielen por causas naturales y la mayoría de los gla-ciares se mantienen estables (Braithwaite, 2002) o crecen, como los más grandes (Lambert, Logan, Naruse...). Hay que recordar que las dos últimas glaciaciones se produjeron por el deshielo del Ártico, que cortó la Corriente del Golfo, que calienta el hemisferio Norte.

El Aletsch alpino se retraía ya en el siglo XIX y el Kilimanjaro se deshiela por la deforestación (Khaser et al, 2004). Los glaciares del Himalaya Oeste aumentan, según Fowland (2006), que echa la culpa de todo al calentamiento en un informe encargado y pagado por el IPCC, del cual es miembro, un ejemplo de los informes y conclusiones de la ONU, en los cuales ninguna persona informada debería creer.

Por Luis Carlos Campos
Periodista español,
Autor del libro: Calor glacial

Fuente: www.mitosyfraudes.org

Enviado por: Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador
Facultad de Ciencias Económicas, U.Na.M, Es

jueves, 1 de noviembre de 2007

Afirmar que el nivel del mar crece es un fraude total

Afirmar que el nivel del mar crece es un fraude total



El Dr. Nils-Axel Mörner es el director del departamento de Paelogeofísica y Geodinámica de la Universidad de Estocolmo en Suecia. Ha sido presidente (1999—2003) del INQUA, Comi-sión de Cambios del Nivel del Mar y Evolución de Costas, y líder del Proyecto Nivel del Mar en Maldivas. El Dr. Mörner ha pasado 35 años estudiando el nivel del mar y sus efectos en las áreas costeras. Fue entrevistado por el semanario de inteligencia Executive Intelligence Review el pasado 6 de Junio de 2007.


Dr. Nils-Axel Mörner

EIR: Me gustaría empezar con una breve reseña de sus antece-dentes, y algunas de las comisiones y grupos de investigación en los que trabajó.

Mörner: Soy un especialista en nivel del mar. Hay muchos buenos técnicos en nivel del mar en el mundo, pero lo pondré de esta manera: No hay ninguno que me haya ganado. Hice mi tesis en 1969, dedicada en gran parte al problema del nivel del mar. Desde entonces he lanzado la mayor parte de las nuevas teorías, en los 70, los 80 y 90.

Yo fui el que comprendió primero el problema del potencial gravitacional de la superficie, una teoría que cambia con el tiempo. Yo fui quien estudió la rotación de la Tierra, y la manera en que redistribuye la masa de los océanos. Y así por delante. Y luego fui presidente del INQUA, una asociación fraternal internacional, su Comisión de Cambios del Nivel del Mar y Evolución de Costas, desde 1999 hasta 2003. Y para hacer algo inteligente allí, nosotros lanzamos un programa internacional de investigación sobre la Islas Maldivas, porque es el punto más álgido para –hay tantas variables interactuando allí, de modo que fue interesante, y también había gente que afirmaba que las Maldivas –una 1200 islas pequeñas- estaban condenadas a desaparecer en 50 años, cuando más 100. De modo que era un blanco muy importante.

Luego tuve mi propio instituto de investigación en la Universidad de Estocolmo que estaba dedicado a algo conocido como paleogeofísica y geodinámica. Es primariamente un instituto de investigación, pero mucho estudiantes vinieron y tuve muchas tesis de doctorado en nuestra universidad, y una gran cantidad de profesores y científicos investigadores vinieron a aprender acerca del nivel de los océanos. Trabajando en este campo, pienso que no hay un punto de la Tierra en el que no haya estado. En la parte más al norte, Groenlandia; y en la Antártida; y a lo largo y ancho de la Tierra, y mucho en sus costas. De manera que tengo datos primarios de tantos lugares, que estoy hablando, no a partir de la ignorancia sino por el contrario, yo se de lo que estoy hablando.

Y tengo interacción con otras ramas de la ciencia, porque es importante ver los problemas no con un solo ojo, sino desde muchas perspectivas diferentes. Algunas veces uno desentierra algo muy importante en algún estudio geodésico que ningún otro geólogo leería. Y uno tiene que tener el tiempo y el coraje de adentrarse en las grandes cuestiones, y yo creo haber hecho eso. Los últimos diez años, a algo así, por supuesto, todo ha sido la discusión sobre el nivel los mares, que dicen que nos está ahogando; a principios de los 90, yo estaba en Washington dando una conferencia sobre un estudio mío sobre cómo el nivel del mar No estaba creciendo, como dicen. Eso tuvo mucho eco alrededor del mundo.


EIR: ¿cuál es el verdadero estado del aumento del nivel del mar?

Mörner: Se tiene que ver eso en varias maneras distintas. Eso es lo que hice en muchos estudios dife-rentes, de manera que podemos concentrarnos aquí en la historia corta. Una manera es mirar a la imagen global, para tratar de hallar la esencia de los está sucediendo. Y entocnes podemos ver que el nivel había realmente estado aumentando, digamos desde 1850 hasta 1930-40. Y el ascenso estaba en el ritmo de 1 milímetro por años. No más. 1,1 milímetro es la cifra exacta. Y podemos comprobar eso, porque Holanda es un área en hundimiento; se ha estado hundiendo durante varios millones de años; y Suecia, después de la última Edad de Hielo, se elevó. Entonces, si uno balancea eso, hay una sola solu-ción, y será esa cifra.

Eso terminó en 1940, y no hubo ningún ascenso del nivel hasta 1970; y allí podemos entrar al debate sobre qué es lo que está pasando, y tenemos que ir a la altimetría por satélite, y volveré sobre eso más adelante. Pero antes de hacer eso: Hay otra manera de chequearlo porque si el radio de la Tierra au-menta, porque el nivel del mar esté creciendo, entonces inmediatamente la tasa de rotación de la Tierra se frenaría. Eso es una ley física, no es cierto? Uno lo puede ver en el patinaje: cuando ellos giran muy rápido, los brazos están pegados al cuerpo; y cuando los patinadores aumentan el radio, extendiendo los brazos, ellos reducen la velocidad del giro. De manera que usted puede mirar a la rotación y lo mismo sucede: Sí, podría ser 1 milímetro por año, pero absolutamente nada más. Podría ser menos porque hay otros factores que afectan a la Tierra, pero ciertamente no podría ser más. Absolutamente no! Otra vez, es un asunto de física.

De manera que tenemos este asunto de 1 milímetro por año hasta 1939, observados, y tenemos los registros de la rotación de la tierra. Entonces seguimos adelante con estos dos datos. Los niveles del mar suben y bajan, pero no hay ninguna tendencia allí; fue hasta 1930, y luego el nivel del mar descendió. No hay tendencia, absolutamente ninguna tendencia.

Otra manera de ver lo que está pasando es la medición del nivel de las mareas. La medición de las ma-reas es un asunto muy complicado, porque da diferentes mediciones de acuerdo al lugar en el mundo en donde se miden. Pero para interpretarlo debemos basarnos en la geología.. De modo que, por ejemplo, la gene en el IPCC (Panel Internacional del Cambio Climático), eligieron a Hong Kong, que tiene seis medi-dores de mareas, y ellos eligieron el registro de sólo uno de ellos, que da un ascenso de 2,3 milímetros anuales. Todos los geólogos saben que Hong Kong es un área en hundimiento, o subsidencia. Es la com-pactación de sedimentos; y es el único registro que no debería ser usado. Y si esa cifra es correcta, entonces Holanda no se estaría hundiendo, estaría ascendiendo.

Y eso es simplemente ridículo. Ni siquiera la ignorancia es un justificativo para una afirmación como esa. De modo que las mediciones de mareas hay que tomarlas con mucho, mucho cuidado. Ahora, de vuelta a la altimetría por satélites, que muestra al agua y sólo las costas, pero en todo el océano. Y se miden con los satélites. Desde 1992 a 2002, [el gráfico del nivel del mar] era una línea recta, con variaciones a lo largo de esa línea recta, pero no hay ninguna tendencia. Absolutamente ninguna. Podemos ver esos picos; una rápida subida pero en seis meses bajan otra vez. Pero absolutamente ninguna tendencia, y para tener un aumento del nivel del mar, es necesario tener una tendencia.

Luego, en 2003, el mismo conjunto de datos que en su publicación [del IPCC], en su sitio web, era una línea recta –súbitamente cambió y mostró un muy fuerte aumento de 2,3 milímetros por año, el mismo que la medición de las mareas de Hong Kong. De manera que no era algo medido sino una cifra introdu-cida desde afuera. Yo les acusé de esto en la Academia de ciencias de Moscú –Yo les dije, “Ustedes han introducido factores desde afuera; no es una medición. Parece que ha sido medido desde los satélites, pero ustedes no dicen qué es lo que realmente ha sucedido.” Y ellos respondieron [el IPCC], “Tuvimos que hacerlo porque de otra manera no habríamos tenido una tendencia!”

Eso es terrible! De hecho, es una falsificación del conjunto de datos. ¿Por qué? Porque ellos conocen la respuesta. Y aquí llegamos al punto: Ellos “conocen” las respuestas; el resto de nosotros estamos bus-cando las respuestas. Porque nosotros somos geólogos de campo; ellos son científicos de computadora. De modo que toda esta charla de que el nivel del mar está creciendo, esto surge de sus modelos de computadora, no de las observaciones. Las observaciones no ven nada!

Yo he sido el revisor experto para el IPCC, tanto en el 2000 como el años pasado. La primera vez que lo leí, me sorprendí de manera excepcional. Primero que nada, tenía 22 autores, pero ninguno de ellos –ninguno- eran especialistas en el nivel del mar. Se les había dado esta misión porque habían prometido responder la cosa “correcta.” Nuevamente, fue un asunto de computadoras. Esta es la cosa típica: La comunidad meteorológica trabaja con computadoras, simples computadoras, no observaciones.

Los geólogos no lo hacen! Nosotros vamos al campo y observamos, y luego podemos tratar de hacer un modelo computarizado; pero no es los principal.

Entonces estamos así. Luego fuimos a las Maldivas. Yo tracé un descenso en el nivel del mar en los años 70, y los pescadores nos dijeron, “Sí, están en lo correcto, porque nosotros lo recordamos” –cosas en sus rutas de navegación han cambiado, cosas en sus puertos han cambiado. Yo trabajé en la laguna, yo perforé en el mar, perforé en los lagos, y me fijé en la morfología de las playas –tantos ambientes dis-tintos.

Siempre la misma cosa: alrededor de 1970 el mar descendió 20 centímetros, por razones que involucran probablemente a la evaporación o a otra cosa. No un cambio en el volumen o algo parecido –era algo rápido. El nuevo nivel, que se ha mantenido estable, no ha cambiado en los últimos 35 años. Uno puede trazarlo muy, muy cuidadosamente. La respuesta aquí es ningún ascenso en el nivel del mar.

Otro sitio famoso son las islas de Tuvalu, que se supone que desaparecerán pronto porque hemos puesto demasiado dioxido de carbono en el aire. Allí tenemos un medidor de mareas, un registro variográfico desde 1978, de modos que son 30 años. Y otra vez más, si uno mira allí, no hay ninguna tendencia, ningún aumento del nivel. De modo que, ¿de dónde sacan eso del aumento en la Isla Tuvalu?

El Dr. Morner fue presidente de la Comisión sobre Cambios en el Nivel del Mar y Evolución de Costas (INQUA) de la Unión Internacional para la Investigación Cuaternaria (1999-2003). Sus ivesigaciones probaron que las predicciones catastróficas del Panel Internacional del Cambio Climático (IPCC), basadas en modelos de computadora de los efectos del cambio climático, son “tonterías.”


Luego uno sabe que había una industria japonesa de ananás que extrajo mucho agua dulce del interior de la isla, y esas islas tienen muy poco agua dulce disponible por las precipitaciones, lluvia. De modo que si uno saca demasiado, se destruye el almacén de agua, y se arriesga uno a hacer entrar agua salada al almacén, lo que no es nada bueno. De manera que extrajeron demasiada agua dulce e ingresó el agua salada. Y por supuesto, la gente local se molestó. Pero era mucho más fácil decir, “No, no! Es el nivel del mar que está creciendo! No tiene nada que ver con la extracción de agua dulce.” Y ahí lo tenemos. Esta es una industria local que no sirve.

Tenemos a Vanuatu, y también en el Pacífico, al norte de Nueva Zelanda y Fiji está la isla de Tegua. Ellos decían que tenían que evacuarla porque el nivel mar estaba subiendo. Pero de nuevo, al mirar el medidor de mareas: No hay ninguna señal de que el nivel del mar esté subiendo! Si alguna cosa, se podría decir que quizás la marea está bajando un poco, pero absolutamente: ningún crecimiento.

Otra vez más, ¿de dónde lo han sacado? Ellos lo han sacado de su inspiración, sus esperanzas, sus modelos computados, pero no de las observaciones. Lo que es verdaderamente terrible. Tenemos a Venecia. Venecia es bien conocida porque esa área es tectónica, porque el delta está hundiéndose lentamente.

El ritmo ha sido constante a lo largo del tiempo. Un ascenso del nivel del mar aclararía de inmediato la inundación. Y sería tan simple registrarla. Y si uno mira el registro de 300 años: en el Siglo 20 estaba subiendo y bajando, alrededor del ritmo de subsidencia. En 1970, uno debería ver una aceleración, pero en vez de ello, la subida del nivel casi se terminó. De modo que ha sido al revés.

Si uno va alrededor del globo, uno no ve ascensos en ningún lado. Pero ellos necesitan el crecimiento del nivel del mar, porque si no hay un aumento del nivel no hay una amenaza mortal. Dicen también que no hay nada bueno que pueda resultar del ascenso del nivel del mar, sólo problemas, problemas costeros. Si se tiene una ascenso de temperatura, si es un problema en un lugar, es beneficioso en otro. Pero el nivel del mar es el “villano”, y por consiguiente han hablado mucho sobre él. Pero lo cierto es que no existe ninguna información de observaciones, tan sólo modelos computados.

EIR: Yo vi la documental “El Día del Juicio Cancelado,” (Doomsday called off) en la que usted era parte de la misma. Y usted estaba mostrando las mareas físicas en las Maldivas, el árbol que estaba allí; y si había existido un ascenso del nivel del mar ese árbol habría desaparecido. Y la manera en que el coral había crecido en la playa en dos niveles distintos, mostrando dos niveles diferentes de ascenso del nivel. La manera en que usted lo presentó fue la manera en que los geólogos hacen un relevamiento del área para poner las cosas en un contexto.

Mörner: le diré otra cosa: Cuando yo llegué a las Maldivas, para nuestra enorme sorpresa, una mañana fuimos a una isla y dije, “Esto es algo extraño, el nivel de tormentas ha descendido; no se ha incremen-tado, ha disminuido.” Y entonces me puse a chequear el nivel por todas partes y les pregunté a los demás en el grupo: ”¿Ven ustedes algo en la playa?”

Y después de un rato ellos también lo descubrieron. Y nosotros lo hemos investigado, y estamos seguros de ello; yo dije que no podemos irnos de las Maldivas y decir que el nivel del mar no está subiendo, no es respetuoso para la gente. Tengo que decirlo en la televisión de Maldivas. De manera que montamos un programa muy lindo para la televisión de Maldivas, pero fue prohibido por el gobierno! Porque pensaron que perderían dinero.. Ellos acusan a occidente de emitir dióxido de carbono y por consiguiente tienen que pagar por el daño y las inundaciones. De modo que quisieron que el escenario de la inundación se mantuviese vivo.

Este árbol, que yo mostré en la documental, es interesante. Esta es una isla prisión, y cuando la gente dejaba la isla, desde los años 50, era una marca para ellos, cuando ellos veían a ese árbol solo allí en la playa, ellos decía: “Ah, libertad!” Se les permitía regresar. Y hubo escritos y conversaciones sobre esto. Yo sabía que ese árbol estaba eb esa posición terrible ya en los años 50. De manera que el más mínimo ascenso y hubiese desaparecido. Yo lo usaba para mis escritos y para la televisión. ¿Usted sabe lo que le sucedió? Vino un equipo Australiano de niveles del mar, que trabajaba para el IPCC y en contra mío. Los estudiantes derribaron al árbol con sus propias manos! Ellos destruyeron la evidencia. ¿Qué clase de gente es esta? Y vinimos para filmar la documental “El Día del Juicio Cancelado,” inmediatamente des-pués, y el árbol estaba todavía verde. Y escuché a la gente que decía que habían visto a quienes habían derribado al árbol. De modo que lo levanté y lo coloqué de nuevo en su lugar, e hice mi programa para la TV. No se lo he dicho a nadie más, pero esa es la historia.


Un famoso árbol en las Maldivas no muestra evidencia de haber sido barrido por el ascenso del nivel del mar, como había sido predicho por los estafadores del calentamiento global. Un grupo australiano de fanáticos del calentamiento global vino y derribó al árbol, destruyendo la evidencia de que su “teoría” es falsa.


Ellos se llaman a sí mismos científicos, y están destruyendo las evidencias! Un científico debería estar siempre abierto a la reinterpretación, pero no se puede destruir jamás una evidencia. Y ellos estaban siendo observados, pensado que eran muy astutos.


EIR: ¿Cómo hace el IPCC para conseguir que estas pequeñas naciones de islas tan preocupadas por que mañana serán inundadas?

Mörner: Porque obtienen apoyo, obtienen dinero, de manera que idea es atraer dinero de los países industrializados. Y creen que si la historia no se sostiene perderán el dinero. De modo que ellos adoran esta historia. Pero la gente local en las Maldivas –sería terrible criar niños- ¿por qué deberían ir a la escuela, si en 50 años más todo desaparecerá? La única osa que les queda es aprender a nadar.

EIR: Para tomar su ejemplo de Tuvalu, parecer ser más un asunto de cómo se maneja el agua que un ascen-so del nivel del mar.

Mörner: Sí, es siempre es mucho mejor culpar a cualquier otra cosa. Así pueden lavarse las manos y decir, “No es culpa nuestra. Son los Estados Unidos, ellos están emitiendo demasiado CO2.

EIR: Lo que es risible, esta idea de que el CO2 está empujando al calentamiento global.

Mörner: Precisamente, eso es otra cosa. Y como en “Estado de Miedo,” de Michael Crichton, cuando él habla del hielo. ¿Dónde se está derritiendo el hielo? Algunos glaciares alpinos están retrocediendo, otros están avanzando. El hielo de la Antártida por cierto no se está derritiendo; todos los registros de la Antártida muestran una expansión del hielo. Groenlandia es el caballo negro por cierto; el Ártico puede estarse derritiendo, pero no importa, porque el hielo es flotante, y no tiene efecto sobre el nivel del mar. Un glaciar como el KIlimajaro, que es importante, en el ecuador, está decreciendo sólo debido a la deforestación. Al pie del Kilimanjaro había una selva lluviosa; de la selva venía humedad, de ella venía la nieve, y la nieve se convertía en hielo. Ahora han cortado los árboles de la selva y en lugar de hume-dad ahora viene calor; el calor derrite el hielo, y no hay más nieve para reponer el hielo. De manera que una cosa simple, pero nada tiene que ver con la temperatura.

Es el mal comportamiento de la gente a su alrededor. De nuevo, es como Tuvalu: Debemos decir que es la deforestación, ese es el asunto. Pero en su lugar ellos dicen: “No, no, es el calentamiento global!”


EIR: Aquí, en los últimos días, hay un grupo de gente que hace una presentación en Power Point sobre los glaciares que se derriten, y la manera en que esto está elevando el nivel del mar y creando toda clase de problemas.

Mörner: El único lugar que tiene ese potencial es Groenlandia, y Groenlandia no se está derritiendo; Groenlandia occidental, la Bahía Disco se está derritiendo, pero lo ha estado haciendo por más de 200 años por lo menos, y el ritmo de derretimiento disminuyó en los últimos 50 a 100 años. De modo que es otra falsificación.

Pero, más importante, en 5000 años, todo el hemisferio Norte ha experimentado un calentamiento. El Óptimo Cálido del Holoceno ha sido 2.5 grados más caliente que ahora. Y aún así, no hay problemas con la Antártida o con Groenlandia; todavía, ningún aumento del nivel del mar.


EIR: Estas historia de miedo están siendo usadas con fines políticos.

Mörner: Sí. Otra vez, esto es para mí la línea de demarcación entre la comunidad de meteorólogos y nosotros: ellos trabajan con modelos computados; nosotros los geólogos trabajamos con observaciones, y las observaciones no se ajustan a esos escenarios virtuales. De modo que, ¿qué es lo que usted cambia-ría? No podemos cambiar las observaciones, demanera que tenemos que cambiar los escenarios falsos!

En lugar de hacer esto, ellos le proveen una interminable cantidad de dinero al bando que está de acuer-do con el IPCC. La comunidad Europea, ha ido muy lejos en este asunto: Si usted quiere un subsidio para un proyecto de investigación en climatología, está escrito en el documento que debe hacer foco en el calentamiento global. Todo el resto de nosotros, nunca podemos recibir ni una moneda porque no estamos cumpliendo con la obligación básica. Eso es realmente malo porque entonces uno comienza a preguntar cuál es la respuesta que ellos quieren obtener. Eso es lo que hacen las dictaduras, las autocra-cias. Ellos demandan que los científicos produzcan lo que ellos quieren.


EIR: La ciencia está cada vez más yendo en esa dirección, incluso en la energía nuclear –es como jugar a los juegos de computadora. Es como el diseño del Audi, que fue hecho por computadora, pero no ensayado en la realidad, y luego terminó volcando. Ellos no se preocuparon por los principios físicos.

Mörner: Se asusta a muchos científicos. Si ellos dicen que el clima no está cambiando, ellos pierden sus subsidios de investigación. Y mucha gente no puede permitirse eso: se vuelven silenciosos; sólo unos pocos de nosotros hablamos, porque pensamos que tenemos que hacerlo por la honestidad de la ciencia.

EIR: En uno de sus “papers” científicos usted menciona cómo la expansión del nivel del mar cambió la rota-ción de la Tierra en diferentes modos –que fue un verdadero abridor de ojos.

Mörner: Así es, pero es excepcionalmente difícil lograr publicar esos estudios. Los editores de revistas científicas dicen, “Oh, esto no es el IPCC.” Bueno, por suerte no lo es! Pero uno no puede decir eso.

EIR: ¿Qué es lo que me contaba el otro día, acerca de 22 autores que eran de Austria?

Mörner: Tres de ellos eran de Austria, donde no hay ninguna costa! Los otros no eran especialistas. De modo que cuando yo me convertí en el presidente de la comisión del INQUA sobre Cambios del Nivel del Mar y Evolución de Costas, hicimos un proyecto de investigación, y llevamos esto a discusión en cinco encuentros internacionales. Y todos los especialistas en nivel del mar estuvieron de acuerdo con esta cifra, de que en 100 años podríamos tener una ascenso del nivel del mar de 10 centímetros, con una incertidumbre de más o menos 10 cm –y eso no es mucho.

Y en los años recientes, yo lo he mejorado, considerando también que estamos entrando en una fase fría en 40 años que da un incremento de 5 centímetros, más o menos unos pocos centímetros. Esa es nues-tra mejor estimación. Pero eso es muy, muy diferente de las declaraciones del IPCC. Lo nuestro es sólo una continuación del patrón del nivel del mar remontándonos en el tiempo. Luego uno tiene cifras absolutamente máximas, como cuando tuvimos todo el hielo en los casquetes polares desapareciendo ocurrió que estaban demasiado al sur en las latitudes después de la Edad de Hielo.

No se podría tener más derretimiento después de la Edad de Hielo. Se alcanzó hsta 10 milímetros por años –eso fue el super máximo: un metro en 100 años. La Bahía Hudson, se derritió en un período muy corto: se hizo a 12 mm por año. Pero son tan excepcionalmente grandes que no podríamos estar jamás tan cerca de ello; pero sin embargo la gente ha estado diciendo, 1 metro, 3 metros. No es posible! Estas son cifras que son tan grandes, que sólo cuando los casquetes polares estaban desapareciendo, tuvimos ese tipo de ritmo de crecimiento.

Esas cifras son absolutamente extremas. Este marco está determinado por el ritmo máximo-máximo, y tenemos que estar muy, muy por debajo de ello. Nos estamos basando en las observaciones –en el pasado, en el presente, y luego prediciendo el futuro, con la mejor información de los “pies en la tierra” que podemos obtener, no de las computadoras.


EIR: Lo que la gente está hablando ¿no es algo relacionado sólo con la erosión de las líneas costeras, y opuesto al aumento del nivel del mar?

Mörner: Sí, y tengo fotos muy lindas de eso. Si se tiene una costa con alguna estabilidad del nivel del mar, las olas hacen un perfil de tipo equilibrado .lo que transportan hacia el mar y lo que transportan a la playa. Si el mar sube un poco, sí, ataca, pero el ataque no es vigoroso. Por el otro lado, si el mar desciende, se está comiendo el viejo nivel de equilibrio. Hay una redistribución de arena mucho mayor.

Teníamos una isla donde había una fuerte erosión, todo estaba cayendo al mar, los árboles, todo eso. Pero cuando se veía a lo que había ocurrido: la arena que había desaparecido allí, si el nivel del mar hubiese subido, esa arena habría sido transportada más alto, encima de la playa anterior. Pero está siendo ubicada debajo del nivel de la playa vieja. Podemos ver la playa anterior, y está a 20 o 30 cm de la playa actual. De manera que esta erosión es causada por el descenso del nivel del mar, y no porque el mar haya aumentado su nivel. Y es mucho más común que la erosión sea causada por un descenso del nivel del mar que por un ascenso del mismo.

Entrevista al Dr. Nils - Axel Mörner
Junio 22, 2007 – EIR Economics 33

Enviado por Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
Fundación Argentina de Ecología Científica
Publicado originalmente en:
http://www.mitosyfraudes.org/Calen7/MornerEstudio.html